"Con aspecto y traje de pastora, recordando el sueño de Fray Isidro", así se nos presentó y bajó hasta la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, la sagrada imagen de la Santísima Virgen de la Divina Pastora de las Almas de Capuchinos de Córdoba, el pasado viernes, día 12 de septiembre, cuando eran exactamente las 16.53 de la tarde, partiendo su comitiva desde la nave de pasos de su convento.
El Redil Eucarístico quiso así ganar el Jubileo de este Año Santo, logrando la indulgencia plenaria, de una manera sencilla y elegante, disponiendo "a Su Madre bajo un granado natural y estrenando nueva saya color jacinto y tocado de gasa en tonos maquillaje.
En su mano izquierda, unas flores naturales y acariciando con la derecha la oveja que le ofrece unas flores con su boca, símbolo de las oraciones de las almas". Acompañó musicalmente en este traslado el conjunto de metales y quinteto de viento 'Gregis Mater', agregado a este Redil Eucarístico de la Divina Pastora de Capuchinos, cuyo cortejo entró al recinto catedralicio, pasadas las 19.00 de la tarde.
Al día siguiente, el sábado, día 13, el Obispo Jesús Fernández, ofició, a las 18.30, la solemne eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, siendo acompañada, en la parte musical, por el Coro Yerbabuena de la citada corporación, partiendo el cortejo de regreso, en procesión triunfal, a las 20.00 de la tarde, por la Puerta de las Palmas, llegando a la nave de pasos de su Convento del Santo Ángel de Capuchinos, pasadas las 23.30 de la noche.
De este modo, la bendita imagen de la Madre de Dios presentó, en esta segunda ocasión, un aspecto bien distinto, dentro de su iconografía, preparado con cariño por su Redil Eucarístico, donde estrenó "la restauración de la saya de las amapolas, recientemente intervenida por la empresa especialista en tejidos, CYRTA, en sus talleres sevillanos, gracias a la colaboración de la Excelentísima Diputación" de Córdoba.
Puso en esta ocasión los sones, tras el paso de la Divina Pastora de las Almas de Capuchinos, la Banda de Música María Santísima de la Esperanza de Córdoba, "a la que nos une una especial vinculación". Fueron, sin duda, "estos dos días jubilosos una ocasión para el espíritu y para el alma capuchina, gozo para su Divina Pastora y su barrio engalanado", donde no faltaron en su recorrido varias y abundantes 'petalás'.
"Imágenes para el recuerdo, para grabarlas en la retina y el corazón. Corazón de pastoreños que sentimos septiembre a flor de piel. Flor que adorna Su risco, el mismo que nos sirve de camino para acercarnos a Ella y a su Bendito Hijo", resaltaba el Redil Eucarístico de la Divina Pastora de las Almas de Capuchinos tras su procesión triunfal.
"¡Qué bonito 13 de septiembre! ¡Qué Bonita iba de vuelta a Su Casa! ¡Con qué gusto la llevaban esos costaleros que son los pies de Ella cuando llega el Día! Son muchos los momentos para recordar y volver a soñar con ellos", añadía.
"Pero sirvan estas líneas para agradecer a todas y cada una de las personas que nos acompañaron el 13 de septiembre: representación del Excelentísimo Ayuntamiento de Córdoba, Hermandad del Císter, Hermandad de la Paz y Esperanza Coronada, Hermandad del Socorro Coronada, hermandades de la Divina Pastora de Málaga y Sevilla. Y por supuesto gracias a todos los hermanos Capuchinos. Gracias de Corazón", concluía.
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